ECUAVOLEY: Jugadores destacados y pintorescos

En este espacio rendimos un homenaje a aquellos que luchan por abrirse paso en este deporte. El orden en que se presentan no implica ninguna categorización, obedece a la informalidad propia del ecuavoley. Si te encuentras aquí y deseas cambiar o agregar fotos, texto o videos solo comunícate con nosotros. Periódicamente iremos incorporando más jugadores.

46.-El ingeniero.

Sus amigos más cercanos lo llaman  “Pepe”, es mediano, fuerte, solidario y honorable,  gusta de partidos singulares, como, el “pata y cabeza”, o usar solo la izquierda incluso para batir. Tiene cancha propia y es apostador de pura cepa. Juega los tres puestos, pero es mejor en la colocada. Su principal característica es la resistencia, ya que siendo un hombre maduro,  juega 2 y hasta 3 partidos en una tarde. Ingeniero que come que resiste tanto, le preguntan,  y contesta,” mucha fruta”.  Entendemos incluida la fruta de la pasión, la maracuyá, en cuyo entorno gira su negocio ubicado en la vía a Daule.

47.- Lucho y su prole.

Lucho
Ya entrado en años, gordito, bajo, colorado. Juega los tres puestos y tiene la batida clásica de los lojanos, esto es, golpea la bola con la palma de la mano para darle dirección y velocidad, logrando su caída casi siempre. Pero su mejor mérito es la observación que hace de la posición contraria para disparar la bola hacia el sitio desprotegido de la cancha, sea este el más cercano o el más lejano. Juega en segunda categoría y siempre mete ficha, como en un casino.

Santiago
Tiene el primer lugar en la sucesión de sus padres, el terrenal y el celestial. Joven, alto, delgado, juega los tres puestos y en todos lo hace bien.  Su colocada se basa en un salto prominente, deducción mental relámpago y una tirada veloz. Cuando acompaña a su padre en la servida, este trata de aprovechar al máximo sus cualidades, aplica la  media vuelta y remata  con fuerza. Es un muchacho sano, estudiante, religioso y con un futuro prometedor.

48.-Licenciado.

Mediano, grueso, medio calvo, canoso, de actitud franca y honesta y juega con lentes. Es servidor nato cubre su puesto y es difícil colocarle una bola.  Normalmente usa las dos manos, pero si es necesario las usa individualmente. Cuando a su lado cae una bola, su elevado espíritu de ganador lo hace reclamar con intensidad, se soba la cabeza, zapatea al estilo del chavo, golpea las palmas de las manos contra sus piernas, oye  oye  eres malísimo  le dice al culpable, luego instruye  lo que debió  hacerse, pero cuando  es su error lo reconoce rapidísimo y ofrece enmendarlo sonrientemente. Previo a su partido, solicita ayuda externa, toca el piso y se persigna.

49.-Cheche.

Es pequeño, delgado, fuerte, pelo lacio. Es colocador previo a una carrera con firmeza, luego un salto sin parangón y una mirada arriba que deja al público en silencio por un instante y luego una ovación llena ese vacío  Si se otorgara premio o reconocimiento al  salto alto en el voly este muchacho sería el primer candidato.

50.-Chicho

Proviene de la Chemis,  pequeño, grueso, pelo necio, resistente, honesto y sencillo. Volador de nacimiento con observación y deducción mental envidiables. Cuando su posición y la de sus compañeros es complicada y la caída de la bola se hace inminente, casi de la nada aparece justo sobre la bola. Pero si este estaba caído fuera de la cancha como llegó allí, comenta el público,” lo único que quiero es salvar mi plata y mi prestigio” contesta Chicho.

51.-Barracuda.

Julio es un buen muchacho, dicen muchos, y efectivamente lo es.  Mediano, grueso y habilísimo, ha intervenido en muchos campeonatos de bajadores de bola, moviéndose y usando los puños para contener bolas con características de huracán de manera correcta para que su servidor eleve la bola como lo exige su colocador El bate colocado y fuerte es otra de las características de este muchacho que siempre se mantiene sonriente, aún en los mementos difíciles del juego y de la vida.

52.- Valarezo.

Su cancha oficial es La Pradera. Joven,  alto,  grueso, pesado, fortachón, de trato amable y sencillo.  Por su figura y su caminar no parecería un jugador adecuado para el coloque, pero el hombre es bastante ágil, salta, mira y coloca disparando bolas  vertiginosas. En la servida es un espectáculo pues se tira al piso para salvar bolas difíciles que hasta arranca aplausos  del público incluidos sus contras. En su círculo de amigos más próximo lo llaman “Pablito”  por su carisma y don de gentes.

53.-Peinadito. Joven, pequeño, fornido, ágil, colocador  de movimientos rápidos, salto  respetable  que supera el filo superior de la red, todo a pesar de su estatura, También vuela pero allí no vuela. Hombre alegre, juguetón, bromista,  apostador, decente, de pelo corto y bien cuidado y nunca se despeina ni aún jugando. En su criterio es lo “mejorcito que botó los Sauces”.

54.-Blanca Nieves.

Mediano, moreno de raza, de allí su apodo, militar por el ecuavoley en representación de El Nacional  en los campeonatos  candentes que se dan en Quito. Extraordinario volador, defensor, sacador y rematador de elevados quilates pocas veces visto en nuestro medio. Junto a Babahoyo y el Agapo formaron un temible trío que se desplazó por todo el país exhibiendo su calidad y venciendo a todo  aquel que no fuera extraterrestre.

55.-Babahoyo.

Delgado, alto, con acento costeño e igual físico, fue el colocador de El  Nacional que hizo vibrar multitudes las noches de Quito en el  Coliseo Julio Cesar Hidalgo y que junto a Blanca Nieves y el  Agapo disfrutaron de los honores que ganaron  con su esfuerzo y dedicación. El físico, la inteligencia y la sagacidad fueron su mejor arma.

56.- EL Agapo.

Grueso, espigado y fuerte. Este no es un apodo,  es una extensión de su nombre Agapito, nos cuentan que cuando su esposa estaba disgustada por asuntos del  voley  lo llamaba de esa forma. Era y es un servidor fuera de serie con voladas espectaculares. En una ocasión  viendo la bola metida corrió hacia la parte próxima a la red, pero el colocador contrario observo este movimiento y se la tiro descabezada, entonces el  Agapo se lanzó de espaldas hacia atrás, algo así como un “mortal”, y logro tocar la bola. Por muchas hazañas como esta fue calificado como uno de los mejores servidores del país,  protagonista de noches increíbles y con poder de convocatoria pocas veces visto en el ecuavoley. Al parecer se retiró de El Nacional el año 95, donde junto a Blanca Nieves Y Babahoyo formaron un trío de éxito.

57.- Nicolas Es coronel retirado de la policía nacional, ya pasó los 60 y en sus años mozos fue un jugador de excelente mirada y colocada y aún lo es. Según nos cuenta  lleva el voley en la sangre y hasta se pelea con su señora  por su asistencia  al juego. Así que si ella no decide hacerle una transfusión lo tendremos por aquí hasta el final de nuestros días y será un placer contar con la asistencia de este hombre  encallecido por la bola, de proceder amable y que no juega  contra aquellos que llegaron a la cancha  con la “plata de la comida”.

58.- Pancho. Muchacho, estudiante de entre 16 y 18 años,  de mediana estatura y cuerpo atlético, volador de excelente prospecto y juega en primera categoría sacando bolas con las manos trenzadas correteando por todos lados aún fuera de la cancha y hasta donde el público y los obstáculos lo permiten. Antes jugaba en segunda categoría,  ahora se maneja mejor y ya no hay que solicitarle identificación para permitirle jugar.

60.- San Martín.

Es alto, grueso, fuerte y saltarín, desarrolla su actividad entre las canchas de  Guayaquil y Miami. Es colocador, mirador y bastante engañoso  en la colocada ya que parece tirarla a un lado y la vira hacia otro. Se mantiene con la cabeza recargada hacia la izquierda que parecería un símbolo de su efectividad en el juego. Es bastante activo y aunque ya ha perdido siete lucas, esperemos pueda recuperarlas  en su largo trajinar.

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