ECUAVOLEY: Jugadores destacados y pintorescos
En este espacio rendimos un homenaje a aquellos que luchan por abrirse paso en este deporte. El orden en que se presentan no implica ninguna categorización, obedece a la informalidad propia del ecuavoley. Si te encuentras aquí y deseas cambiar o agregar fotos, texto o videos solo comunícate con nosotros. Periódicamente iremos incorporando más jugadores.
31.- Giorgio.
También conocido como VULCANO (Dios romano del fuego, hijo de Júpiter y esposo de Venus). Espigado, delgado y lleno de músculos por todos lados que parecería sacado de un concurso de fisicoculturismo. Coloca con un salto que casi su hombro llega al filo superior de la red y lanza con fuerza la bola, pero no la manotea. Sirviendo y volando se notan algunas falencias, pero lo compensa con su velocidad llegando a todas ellas. Su figura le permite algunos lujos, como ser amable, tolerante y hasta comprensivo, al contrario de lo que podría pensar el común de los mortales. |
|
32.- Bam Bam.
Joven, mediano, grueso, casi gordo e imponente pero sin garrote, también es popular y apostador de caché. Colocando con red de 2,80 salta bastante a pesar de su tamaño, muñequea la bola, observa la posición contraria y la tira con vehemencia y velocidad. Cuando recibe un bate en casi la raya posterior y su colocador se alista para entrar, él grita “sírvemela” y arranchándola la pasa creyendo hacer un mejor papel. Cuando bate, aunque la bola es de cuero, la golpea como si fuera de piedra imprimiéndole la velocidad del viento y la presión de un compresor de 80 hp.
33.- El zurdo Jimmy.
Alto, grueso y fuerte. Como servidor es excelente porque se acomoda en el lado adecuado para su izquierda, como volador también responde adecuadamente, aunque a su lado derecho son evidentes algunas falencias y como colocador es mejor ya que mira de manera disimulada, hace un pico con sus labios y mete la bola. Los que lo conocen de años atrás dicen que “coloca lindo”, como si la bola fuera su novia o su hermana, le da un delicado toque. |
|
34.- El Pájaro.
Mediano, gordo y picaresco. Juega los tres puestos y en realidad se mueve y vuela como un pájaro. Sus dominios los tiene en La Tierrita y allá casi es invencible porque sabe armar bien sus partidos, acompaña o se hace acompañar bien y como esta es la clave del éxito, parece que aprovecha al máximo esta cualidad. |
|
35.- El estudiante.
Alto, gordo, fuerte y astuto como pocos. Nunca se lo ha visto con libros o uniforme, así que debe ser estudiante virtual. Juega cualquier puesto, cuando coloca estira los dedos y manipula la bola solo con la yema de los mismos en una conjugación de técnica e inteligencia. Cuando sirve su segundeada con dos manos es temeraria por el engañe en la lanzada. Volando también responde con igual efectividad, pero parece que los partidos perdidos superan en mucho a los ganados.
36.- Marco Polo.
No tiene nada que ver con los viajes legendarios de aquel. Alto, grueso, maduro, fortachón, de mirada y resolución mental rápida para meter la bola cuando coloca. También sirve, pero allí no sirve. Es seguro para armar un partido con filosofía de parejas iguales en físico, edad y movimiento y como esa es otra clave del éxito, él parece aprovechar esta visión al 101%.
37.- Promesa.
Un grandote, fornido, picaresco y burlón. Es el clásico bajador de bola, con movimiento de pasos largos y salto prominente. En la cancha de la explanada del estadio Modelo colocaba pasando la bola con un solo dedo y dando patadas en el aire. Actualmente juega en su propia cancha en el Bronx NY, donde se arman partidos candentes con nobeles promesas del ecuavoley. También prepara y tiene bajo su tutela algunos jugadores en esa metrópoli y con mucho agrado lo llaman “maestro” y nosotros compartimos su opinión.
38.- Jhonny.
Alto, más o menos 45 años, delgado, atlético, sereno y decente, también le dicen lucio, por su nariz y flecha veloz o rayo en merito a su velocidad en la defensa, ninguna. Sin embargo para colocar pica y mira rápidamente, salta bien, colocando rápido y seguro. Cuando está bien acompañado de dos burros (los que sacan bola por todos lados), se siente feliz ya que sólo se dedica al coloque y como lo hace bien, siempre habrá quien lo acompañe y celebre su triunfo. |
|
39.- El zurdo Miki.
Es oriundo de la Península, sus años mozos los jugó por allá, también en Guayaquil y actualmente está radicado en La Libertad. Es alto, gordo pero ágil, curtido por el sol. Colocador de estilo vistoso y pintoresco, poseedor de una virada al palo de velocidad fulminante. Cuando pica para el remate, alinea sus piernas de tal forma que la derecha adopta una separación horizontal adicional a la que la separa normalmente de la izquierda de casi la misma distancia y luego se impulsa con las dos pies y coloca, como lo hace, solo él lo sabe. Desde aquí le expresamos nuestra solidaridad por el fallecimiento de su señor padre, al que también conocí.
|
|
40.- Los de La Atarazana.
Juanito.
Juega en La Tierrita, mediano, grueso, fornido, juega los tres puestos y en todos derrocha energía y agilidad y sus movimientos sobrepasan el límite de la audacia. Serio, callado, honesto y junto a sus compañeros casi no se fijan en la apuesta, ni en si dan ventaja o no, solo desean jugar y demostrar sus habilidades, que de paso, son muchas. |
|
Balbuchea.
Acompaña al anterior y es el más alto entre sus compañeros, delgado y barbón, no requiere saltar mucho si presisa bajar la bola, lo cual hace positivamente y ha causado admiración porque hasta hace poco tiempo era “malísimo”, según dicen sus propios compañeros. |
|
Beto.
Llega junto sus compañeros anteriores, y es el más callado de todos, este no habla ni cuando se arma el partido. Es delgado, espigado, con cuerpo atlético envidiable y salta lo suficiente para bajar la bola. “Pero si este no tiene ni una onzita demás” dijeron algunas mujeres que pasaban por la cancha. Me parece justo que ahora se entere que tiene algunas fans anónimas. |
|
El chino engorrado.
Es el servidor oficial de los de La Atarazana y no se quita la gorra sino ante el peluquero. Joven, fornido y ágil, con movimientos rápidos, pero no segundea la bola ni estando la cancha vacía. También es callado pero sigiloso y atento para armar un partido equilibrado.
Mariscal Sucre.
Es pequeño, musculoso, ágil y honesto. Sus patillas bien pobladas al estilo colonial y su caminar bien rectito tipo militar, le han ganado su apodo. Es servidor nato y engañoso, ya que su físico no genera mucha confianza en el juego, pero poco a poco se ha ganado el respeto por sus movimientos rápidos y a gran distancia. Cuando tiene que pasar el tercer golpe casi que se va con bola y todo. Siempre se mantiene sonriente, acepta críticas y aunque no usa espada es bastante respetuoso. |
|
41.- Francis.
Mediano de estatura y de edad, físicoculturista, cabeza rapada, jugador y amigo como pocos. Anteriormente solo colocaba saltando con los dos pies y bajando bolas con velocidad de tiro libre. Ahora, luego de un accidente que lo mantiene en silla de ruedas, observa a sus compañeros haciendo lo que él hacía, los mismos que en solidaridad se trasladaron hasta las islas Galápagos, su hogar provisional, para organizar un campeonato en su honor que culminó exitosamente. Nosotros nos unimos, desde aquí, a este homenaje. Entendemos que te encuentras en rehabilitación en Guayaquil, no desmayes, continúa peleando contra la silla, hasta que tu tenacidad y perseverancia puedan agradecer sus servicios.
42.- Los Menudo.
Cuando tres mozuelos se presentaron en la cancha de la tercera etapa de Alborada, mostrando habilidad, solidaridad y respeto en su juego, quedaron bautizados con el nombre del grupo musical de esa época. Estos tres hermanos de Guayaquil no muy parecidos físicamente, pero con un enlace sanguíneo bien notorio, se convirtieron en un trío bastante respetable entre los jugadores de la ciudad.
Marcelo.
Alto, grueso, fuerte, callado, es el colocador de la familia. Su tren de juego es un poco lento, por ello se apoya en la velocidad de sus hermanos y lo compromete a meter bolas salvadas, lo cual logra con un salto prominente, deducción metal rápida y lanzamiento fuerte y clavado. |
|
Roger.
Es el más bajo en estatura pero el segundo en sucesión. Fuerte, habilidoso y vivas. Es el batidor del equipo aunque algunas bolas golpean el poste que sostiene la red, amenazando dejarnos sin cancha y provocando la repelada de sus hermanos. Volador con buena ubicación, correteador y rematador. Es el más pintoresco y aguerrido de la familia. |
|
Alfonso.
Es el servidor del trío, pero también vuela y bate de forma taxativa y temeraria. Se desempeña bien en partidos de bajadores de bola aplicando estrategias poco ortodoxas, como, ubicarse en determinado sitio desprotegiendo otro, o que el volador se aproxime a la red para contener el manotazo del contrario, mientras los restantes defienden los laterales anterior y posterior de la cancha. Un saludo y abrazo desde Ecuador para España.
No los hemos visto jugar juntos hace algún tiempo y esperemos que el ADN que los une los vuelva a parar en cualquier cancha y defender su honor. |
|
43.- El capi.
Viene de La Garzota pero juega en cualquier cancha. Alto, delgado, canoso, bastante ágil y resistente. Desde el mismo momento que arma un partido empieza su aceleración que se refleja en arranchar bolas para colocar cuando sirve o vuela y cuando coloca nunca hace el tercer golpe. No parece que jugara por las apuestas en sí, pero su espíritu aguerrido, indomable y perseverante lo obliga a buscar satisfacción en ganar un partido para sentirse mejor, útil y realizado.
44.- Andres.
Es un chiquito habilidoso, joven y gordito, cuya camiseta llega casi hasta sus rodillas que parecería flotar antes que correr. Es un servidor de elevados quilates, corretea media cancha y levanta la bola conforme su colocador lo exige, que la mayor parte de las veces es el Loco por voley (# 1). También es un excelente volador, pero no coloca ni una. Fuma y bebe luego de cada partido y su flatulencia mantiene a raya a sus amigos. Se lo nota calmado, aún en sus reclamos y momentos difíciles del partido.
|
|
45.- Julito.
Este es un jugador de mirada pasiva, pues desde su silla de ruedas observa el juego de los demás, los apoya en las apuestas, los instruye en estrategias y hasta reclama cuando las cosas se hacen mal. No deja de asistir a la tercera etapa de La Alborada desde hace muchos años y se ha ganado el aprecio y solidaridad de todos por su condición. Esperemos que algún día pueda practicar el voley sentado que poco a poco se desarrolla en otras latitudes y justifique aquello de “El semental” como se hace llamar.
Página 1 2 3 4 5 6 |
|