DIFERENCIA ENTRE DOS EPOCAS DEL ECUAVOLEY
Entrando en materia, como premisa debo aclarar, que soy un fanático del vóley desde hace muchos años y aun lo sigo practicando. Tengo el privilegio haber alcanzado en este deporte, notables éxitos en mi juventud y hoy me deleito observando partidos en los que se aprecia, la técnica y habilidad de los jugadores.
Estoy intentando la difícil tarea de comparar dos épocas del ecuavoley, sin embargo, debo hacerlo, aunque haya alguien, que no esté de acuerdo con lo que expreso; es más, puede darse la posibilidad de caer en un gran error, por parte de criterios opuestos, cuando sin ningún fundamento se les ocurra manifestar, que el juego actual se desenvuelve por la acera que alumbra el sol, mientras que al de antaño, suelto de huesos se exprese, que lo hace por la sombra.
Hay necesidad de tomar en cuenta varios aspectos que son parte de este juego: habilidad, técnica, el saque o batida, utilización de la mano izquierda para la recuperación de la pelota, desplazamiento y agilidad traducida en “voladas” magistrales. En otras palabras, hay una demostración exquisita del desenvolvimiento individual y colectivo de los jugadores, y a ello se suma como un ingrediente especial, la “barra” o “fanaticada” que con mucha emoción y nervios, y por las apuestas, alientan a sus equipos preferidos.
A lo anotado, podemos añadir, la consecución del objetivo: el ganar un partido, un torneo local o un campeonato, para lo cual, los jugadores tienen que sudar la camiseta, demostrar garra y coraje durante el juego. y nunca darse por vencidos, hasta que no concluya el juego; en otras palabras deben jugar con corazón y decisión.
En ocasiones he escuchado a algunos aficionados, referirse a determinado deportista y manifiestan “es un campeón nacional de vóley”; lo cual no es verdad, porque lo que posiblemente ganó, fue apenas un torneo organizado por una institución privada; es decir, obtuvo un triunfo que llenó de algarabía a un grupo de la sociedad a la cual representaba. En definitiva, lo antes expuesto significa un triunfo, si, pero de menor importancia y si se quiere un triunfo de bajo nivel, frente a la consecución de un campeonato nacional, cuando es organizado por las instituciones rectoras del deporte: Federación Deportiva Nacional del Ecuador o federaciones provinciales. Estos campeonatos tienen mayor atractivo porque se realizan entre equipos que llevan representación provincial. En conclusión diremos que, el vóley de selecciones que incluye jugadores de diferentes equipos, une a toda una colectividad provincial, mientras que un torneo de clubes desune, porque cada conjunto se representa a un reducido número de personas que optan por un interés particular.
En breve análisis del juego de hace muchos años, en relación a los “colocadores”, debo exaltar las ejecutorias de destacados deportistas en esa posición: Nelson Soto de Loja, Gonzalo Pérez y el “Suco de Ambato” de Tungurahua, el “Pastuso” Villarreal de Imbabura; Alfredo Guerrero, Angel “Volqueta” Espinosa, Guillermo Llerena, Washington Gutiérrez, Rodrigo Araque y Francisco Hidalgo de Pichincha, Luis Rosero y Galo Acosta del Guayas entre otros; debo anotar, que hay muchos más brillantes deportistas que en sus provincias o a nivel nacional, fueron reconocidos, en razón de que fueron altos exponentes del ecuavoley: demostraron técnica y habilidad indiscutibles.
Entre los “servidores”, Oswaldo Calvopiña, tenía un demoledor “segundo golpe” y Raúl Salazar del Pichincha que cumplía su labor a satisfacción; el “Omoto” Telmo Méndez de Bomberos de Quito que con sus “voladas” suplía su pequeña estatura, el “Omoto” Juan Proaño , del Deportivo Quito, el “Zurdo” Shambi de Tungurahua y Eduardo Icaza de Guayas , este último demostró un juego preciosista y agilidad en sus desplazamientos en el campo de juego ; todos fueron puntales en sus equipos, lucieron sus atributos, en especial por la certeza de sus alzadas; fueron reconocidos por sus ejecutorias y formaron parte de la élite de esta disciplina deportiva.
En cuanto a “voladores” , deben ser recordados, Luis Vizuete “El Gallo” y Nicanor Castro, del Pichincha, Francisco Rueda de LDU, quien no dejaba caer bolas al piso, mediante malabares propios de su juventud, Antonio “Negro” Barona del Cuerpo de Bomberos, Oswaldo “Cuty” Flores del Deportivo Quito, Beltrán de Loja, Guevara de Tungurahua, Germán y Bolívar Soto y Carlos Gallardo del Textiles Nacionales, ellos, con ubicación técnica o con voladas, tuvieron actuaciones excepcionales.
En la actualidad, cuando el ecuavoley se ha popularizado y se lo practica en todos los rincones del territorio nacional y en otros países, han surgido figuras indiscutibles; por temor a equivocarme u omitir nombres de muchos de ellos, no voy a mencionarlos.
Actualmente en la cancha de juego, observamos, que la mayoría de ellos, utilizan las dos manos con gran dominio, por su habilidad que les da mayor alcance, lo cual les facilita observar la ubicación de sus rivales para conseguir el cambio de batida o el punto. Pero lo que si me llama la atención, es el hecho de que hay jugadores que en cualquiera de los puestos juegan solo con la mano la izquierda, por ejemplo en la Alborada: el “Loco ”, Manolo, Iván, Polo, Jhonny, Muela, La Mafia, RudGuly y Digner entre otros, ellos y muchos más, son verdaderos exponentes de una técnica depurada que sorprende , son verdaderos exponentes y lo hacen de tal manera, que da la impresión como que jugaran en forma normal y aun se dan el lujo de sacar bolas difíciles, con espectaculares voladas; en ese aspecto estimo, hay una gran diferencia con el vóley de antaño, en donde no se daba esta modalidad de jugadas.
Por otro lado, hace muchos años, había la Asociación de Voley de Pichincha que tenía su sede en el edificio de la Casa del Futbolista, en la Av. Tarqui y Seis de Diciembre en Quito, fueron presidentes: el coronel Aurelio Olarte, el general de Policía Eduardo Serrano Yépez, el capitán Oswaldo Navarro Félix, el Tnte. José Carrera Burbano, el Lcdo. Hugo Toscano, César Gudiño y muchos nombres más. Esas personas, cuando ostentaron tal dignidad, integraron Concentración Deportiva de Pichincha y asistían a sesiones con voz y voto. En la actualidad lamentablemente no existe dicha Asociación.
En Guayas el señor Carlos Murillo fue el Presidente del Comisión Técnica de Volibol de la Federación Nacional del Ecuador, en Cañar el Presidente de la Federación Deportiva de esa provincia, el señor Gerardo Vélez V. presidió la delegación al Segundo Campeonato Nacional de volibol jugado en Quito; por la Provincia del Cotopaxi lo hizo el presidente de esa Federación Deportiva, señor Sergio Barba Romero.
El Presidente de la Federación Deportiva del Guayas Sr. Francisco Jiménez Buendía, entrega un diploma de reconocimiento, al pionero del vólibol ecuatoriano Sr. José Carrera Burbano, en la iniciación del Campeonato Nacional desarrollado, en la ciudad de Guayaquil en el Coliseo Voltaire Paladines Polo. El equipo de Pichincha se coronó Campeón Nacional.
Por su parte, los periodistas deportivos en la ciudad de Quito al término de un año designaban al Mejor volibolista, esto ya no se da ahora.
Diario El Comercio en el mes de abril de 1959 en el artículo del periodista deportivo con seudónimo “Cantaclaro”: “Puntos de vista: Un campeonato importante”, refiriéndose al II Campeonato Nacional de volibol a jugarse en Quito dice: “…El juego de volibol en la modalidad ecuatoriana de tres hombres por bando es una actividad apasionante.
Exige movilidad extraordinaria, demanda atención permanente, tiene emotividad y alternabilidad en las acciones……..Es juego que siempre ha motivado apuestas y reuniones amigables. Por eso es todavía una incógnita saber, si el deporte ha adquirido la dimensión de espectáculo financiable y la Concentración Deportiva de Pichincha con el II Campeonato Nacional que organiza a partir del 4 de abril, quiere medir esta posibilidad…”
A propósito de los periódicos, en especial los de Quito, Guayaquil y Cuenca, en forma permanente informaban, todo lo relacionado con el vóley, entonces leíamos las crónicas deportivas que estaban acompañadas con fotos de jugadores y equipos, con información actualizada. Ahora eso ya no se da.
Años más tarde, el ecuavoley fue declarado deporte recreativo, por tanto, ya no cuentan la directiva nacional ni las provinciales, ellas apenas constituyen un lejano recuerdo. ¿Qué ha ocurrido? Simplemente que la prensa escrita, le ha dado la espalda a este deporte, pues, le dan poca o ninguna importancia, y muy rara vez publica algo. ¿Acaso ésta no es una gran diferencia entre la época antigua y la actual?
He afirmado que en la actualidad han aparecido excelentes deportistas en todo el territorio nacional, lamentablemente nadie da cuenta de sus ejecutorias, en otras palabras, pienso que para el volibolista la gloria le es ajena, porque no hay nada escrito que nos recuerden de sus triunfos y ejecutorias.
Al concluir, quiero recordar con profundo respeto, a un distinguido comentarista deportivo, el señor Comandante Blasco Moscoso Cuesta, quien me permitió escribir crónicas del volibol en el matutino Diario El Sol que se publicaba en Quito. Cada fin de semana, luego de cumplidas los partidos de campeonato, durante mucho tiempo escribí sobre las incidencias de los campeonatos provinciales; y más aun recuerdo una sección a la que titulé: “Bolas a la Red”. Lamentablemente, no conservo ningún recorte que confirme, lo manifestado.
Las glorias y triunfos que no constan en documentos, se los lleva el viento, mientras que aquellos que han sido escritos y narrados en las páginas deportivas, quedarán grabadas para siempre, como un ejemplo para la posteridad.
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